
- En primer lugar hay que colocar el cable tensado en todo el perímetro de la zona que se quiere proteger. Este cable debe estar bien sujeto mediante tensores en sus extremos y puntos de sujeción para que el cable no ceda cuando sea el momento de tensar la red. En este momento hay que tener muy presente el hecho de no dejar zonas sin cable para evitar que haya zonas sin proteger cuando se realice el paso posterior. El cable que hay que utilizar debe tener un diámetro mínimo de 1,5 mm de acero inoxidable. Será necesario colocar los suficientes cables tensados para que la estructura de sujeción final tenga una firmeza óptima y para evitar el deforme o la rotura en caso de que un objeto impactara en la malla.
- Instalación de la red se inicia por alguno de los extremos, anillándola al cable mediante una grapadora especial con grapas inoxidables. No hay que dejar más de 20 cm entre grapas para que una vez se tense la red al final de la instalación no queden agujeros lo suficientemente grandes como para que una ave pueda penetrar dentro. En caso de que el paño de la red sea más grande que la zona que se quiere proteger, no se debe cortar antes de tensarlo para asegurarnos que no se corte de más o de menos.
- Antes de dar por finalizada la instalación, es importante hacer una inspección visual para comprobar que no haya quedado ningún espacio lo bastante grande como para que pueda entrar una ave en el interior.
- Para instalaciones en las que se quiere hacer una trampilla o puerta de acceso por la red, se deberá hacer primeramente la estructura y después proteger las zonas una a una, de manera que la puerta de acceso sea independiente de toda la malla. En caso de hacerlo mediante cremalleras, el procedimiento será diferente, ya que se podrá hacer el corte para insertar la cremallera una vez se tenga fijado un lado de la red (nunca hay que fijar completamente todos los lados antes de insertarla)